El rocódromo de referencia en el norte de Madrid cuenta con 100 rutas para que escales con cuerda. Si lo prefieres, la mitad de ellas se pueden hacer con autoseguro. Con muros tumbados y verticales, placas desplomadas y desplomes, diedros y fisuras. Vías, desde IV a 8b (de hasta 15 metros de recorrido), que se van cambiando casi a diario (en un mes se renuevan por completo todos los muros).

En la planta baja te espera un centenar de pasos de boulder repartidos en un área de 500 metros cuadrados y estructuras con mil formas e inclinaciones.

Todas las semanas se diseñan bloques nuevos, de todas las dificultades y estilos.

En esta zona encontrarás también un Moon Board, el panel de densidad, campus, una buena colección de tablas de dominadas y jaula de entrenamiento.

Los más pequeños tienen su espacio independiente para que escalen y brinquen con seguridad. La zona infantil cuenta con doce vías con autoseguro, zona de boulder y espacio para juegos y talleres. Tanto las rutas como los bloques se equipan específicamente para las tallas XXS.

Vestuarios y aulas situados en la planta superior. Los vestuarios cuentan con duchas y taquillas. Encontrarás más taquillas en los pasillos de la planta (además de las de la sala de boulder).

En esta planta hay tres aulas: dos dedicadas a las consultas de fisioterapia y rehabilitación y una más que hace la función de espacio multidisciplinar (cursos, monográficos, sala de estiramientos, reuniones…).

Actividades: bautismos, cursos de iniciación, campamentos, días sin cole, grupos de entrenamiento, escaladas en familia...

La cantina ofrece comidas (plato del día de lunes a viernes y carta todos los días de la semana) y carta de vinos y cervezas.